Marc Márquez y Lorenzo destruyeron a Valentino Rossi: al descubierto
Los dos campeones españoles acabaron con el mito, que terminó por perder la ilusión
Gracias a la perseverancia de Marc Márquez y los últimos destellos de luz que está dejando a los aficionados y analistas de Moto GP, como el último en el Gran Premio de Las Américas, donde volvió a ganar (su séptima victoria), aún nos queda un mito vivo del que no sabemos su final, uno que quizá supere el de Valentino Rossi. Y en el caso de Il Dottore sería especialmente doloroso que fuera el de Cervera su verdugo histórico en lo más alto de Moto GP, porque precisamente el español fue quien destruyó a The Doctor, con ayuda de Jorge Lorenzo.
Corría el año 2010 y el 43 transalpino venía de ganar su séptimo título mundial en la categoría reina (uno en 500 cc), y fue cuando irrumpió con fuerza en su tercera temporada en la categoría un Jorge Lorenzo que ya venía de firmar la segunda plaza en 2009. Esa temporada el título mundial se decantaría para el entonces piloto de Yamaha YZR-M1. Después, un año más tarde, Casey Stoner se interponía entre ambos y se llevaba el cetro en 2011. Y dos años después, a la espera de arrancar la campaña 2012, Valentino ya había dicho su última palabra en el cielo de Moto GP.
Aunque Rossi no lo supiera, el de Palma de Mallorca, que también se coronó en 2012, y el australiano solo eran el preámbulo de una pesadilla mucho peor, una llamada Marc Márquez. Desde 2013 y hasta 2019, con la salvedad de la campaña 2015, Márquez le comió el terreno al italiano, lo desplazó y lo terminó por desquiciar, incluso en esa campaña en la que no ganó el título mundial (2015), que cayó en manos de Lorenzo. Lin Jarvis, director de Yamaha Racing, desgranaba durante su etapa en la firma nipone cómo lo vivió The Doctor: “MotoGP empezó a ser como el fútbol, con aficionados partidistas que insultaban a los pilotos. Esto cambió para siempre MotoGP. El deporte que amamos se envenenó”, dijo para The Oxley Interview. Rossi trató de rebelarse, pero no tenía la aspiración de un Márquez que iba a más según menguaban las fuerzas del italiano.
Desde entonces, ya con Márquez en modo imperial en 2016, la animadversión con el 93 de Honda fue total, una tras la cual quizá subyace una admiración mutua, de igual a igual, que eso sí ha terminado con el campeón de Urbino completamente derrotado, ya mayor y pendiente de colgar el casco en 2022. Ya no hay aspiración, solo una cuenta atrás. La temporada que viene, según arranque, algo se habrá muerto en el asfalto al no tener al transalpino en el paddock, aunque siempre nos quedará Márquez y quién sabe si su regreso al trono de Moto GP. La pelea entre ellos, mientras el líder del ala dorada siga luchando por ganar, seguirá latente: próxima parada, la historia.
