Moto GP estalla en mil pedazos con Valentino Rossi y Marc Márquez
Los dos pilotos son los grandes efectos secundarios de un campeonato descafeinado
Joan Mir es justo campeón de Moto GP. Su victoria se ha ido construyendo palmo a palmo, como en una trinchera, ajustando al máximo el sentido de la regularidad, del buen hacer, del pilotaje más eficiente y eficaz. Y aún con todo parece que han faltado alicientes en carrera, esos a los que quizá estaban acostumbrados los aficionados a las dos ruedas, esos en los que siempre han estado implicados Valentino Rossi, Jorge Lorenzo y/o Marc Márquez.
Pero este erial de ídolos, que bien puede dejar espacio a la aparición de otros nuevos, se pensaba como una corta travesía por el desierto que sin embargo se puede tornar en normalidad si se confirman los peores presagios. Del italiano salta a la vista que está en la curva culminante (y decadente) de su carrera y su salida de Yamaha (rumbo a SIC Petronas Yamaha) solo aparca el principio del fin The Doctor como lo hemos conocido: ya no volverá a competir el cetro mundial. De Jorge Lorenzo ya hay certezas de su retirada efectiva, a la que solo le queda el resquicio en activo como piloto probador.
Pero lo más duro ha saltado a la palestra con el campeón de Cervera, que se ha perdido toda la temporada por varias lesiones en su hombro y brazo y que ahora, según afirma El País, podría alargar su agonía otros seis meses pasando otra vez por el quirófano, lo que supondría asomarse al abismo de otra temporada sin el genial campeón del ala dorada de Honda. Ni que decir tiene que en tal caso la catástrofe para la firma nipona sería casi proporcional a la honda desilusión de los hinchas del campeonato del mundo.
Lo cierto es que dos temporadas sin Marc sería demasiado incluso para la salud de la categoría reina. Y es que la superioridad marcada por el español en su último año a pleno rendimiento sigue dejando su estela planeando sobre el paddock, en una apariencia como de impás que hace casi anecdótico el resultado de la competición recientemente finalizada. Pero, claro, una cosa es un año de descanso y otra muy distinta asomarse al precipicio de una lesión crónica que puede alejarle de las pistas durante más meses. Según el rotativo español, Marc decidirá si pasa por el quirófano de nuevo el próximo día 1 de diciembre. Crucemos los dedos.