Pecco Bagnaia se queda solo en Ducati en el regreso de la leyenda española que envidia Marc Márquez
El italiano no contará con su compañero de equipo, nuevamente lesionado
Afortunadamente para Pecco Bagnaia, lo sucedido en la primera vuelta del GP de Montmeló quedó en un susto. Sin embargo, Ducati sigue estando de pega en cuanto a su compañero de equipo. Y es que Enea Bastianini sí que ha sufrido lesiones importantes que lo dejarán de nuevo en el dique seco durante varias semanas. En este sentido, Pecco se quedará sin aliado en el Gran Premio de Misano, pues Duacti no traerá a ningún sustituto.
Como ya os contamos en Don Balón, el vigente campeón del mundo está sano y solamente sufrió contusiones derivadas del impacto de la moto de Brad Binder. Es por este motivo que espera volver a competir como si nada hubiera sucedido.
Por otro lado, el GP de Misano será significativamente especial, pues volveremos a ver a Dani Pedrosa subirse a una MotoGP. El piloto catalán ya disputó la carrera en el Gran Premio de Jerez, donde dejó unas sensaciones magníficas y seguro que recabó datos más que interesantes para KTM, quedando en una más que correcta séptima posición. Nada mal para un piloto de 37 años que hacía más de un año que no competía.
En este sentido, el legendario piloto español cuenta con algo que anhela Marc Márquez, una KTM. El piloto de Cervera está sufriendo mucho a los mandos de una Honda que ha demostrado ser todo un peligro cuando se busca el límite, algo que el mayor de los Márquez comprobó en la mayoría de sus carreras, pues solamente en dos no se ha ido al suelo buscando ir al límite. Ante esta situación, al de Cervera no le queda otra opción que, o bien cumplir su contrato, sabiendo que 2024 será más de lo mismo, o buscar una salida rompiendo su contrato, algo que cada vez está más complicado, dado que las motos más competitivas ya están, a priori, con su asiento ocupado.
Así pues, Misano será la sede del regreso de Pecco Bagnaia tras el milagro de Montmeló y del regreso de un Dani Pedrosa que pilotará el tesoro que más desea Marc Márquez, una KTM.