Rossi y Bagnaia, resignados: luz verde en Ducati y KTM, Márquez y Acosta tendrán motos campeonas
La sucesión, a escena en el ‘Circuit’; desde el equipo austriaco la mirada está puesta en Jack Miller
Arranca el Gran Premio de Cataluña mirando desde Ducati a la cita catalana y, por extensión, a Mugello, fecha límite, decían en Borgo Panigale, para decidirse por el acompañante de Francesco Pecco Bagnaia en la moto de fábrica de la campaña que viene. Ya les decimos que internamente en el búfalo se está preparando el terreno para que ninguno de sus dos pilotos españoles en la terna de posibilidades quede insatisfecho, lo que coloca a Marc Márquez con una GP25. Eso seguro.
Decía en Dura la Vita, Rubén Xaus, un asunto que es clave en la lucha por conservar al 93 en la firma italiana, “Martín tiene 10 años de carrera deportiva por delante. Pero ni Martín ni Pecco juntos venden lo que vende Márquez”. Eso lo saben en Ducati, Aprilia o KTM. Por eso el arreglo pasa por intentar mantener contentos a los dos y solo hay una fórmula: darle la GP25 y sus actualizaciones al ilerdense y el asiento de fábrica al madrileño.
Lo que parece sencillo, en realidad no lo es tanto. Primero porque existe una posibilidad en esta vía desde Pramac, pero eso provoca problemas con Gresini y VR46, aunque el peso y opinión de Valentino Rossi quizá no sea escuchado en este asunto. Lo que está claro es que Jorge Martín se ha ganado la compañía de Bagnaia, pero el ocho veces campeón del mundo es el número uno en patrocinios, visibilidad y, posiblemente, en talento. Y esto puede complicar las cosas si el de Cervera, que va a más, hace dos victorias en Cataluña y Mugello. Con todo, esta es la decisión casi cerrada de Ducati.
El otro salto hacia adelante, en KTM
Se ha hablado al respecto que Márquez, si no halla la moto ganadora que busca en 2025 en Ducati, que este podría esperar a KTM, pero en la firma austriaca ven esa posibilidad muy difícil, toda vez que sería empezar otra vez de cero para el 93. Por el contrario, Jack Miller ya habla de la otra opción que se esboza en su equipo: que su moto vaya a parar a Acosta en 2025 dejándole a él fuera. Al respecto, advertía en la previa que “si pudiera suspender esas negociaciones contractuales, me encantaría hacerlo y conseguir algunos resultados decentes en la pizarra para mejorar mis posibilidades”. Obviamente, si sus resultados y los del de Mazarrón siguen en esta línea, será el español quien comparta equipo con Brad Binder.