La verdadera historia del fichaje frustrado de Arturo Vidal por el Barça
Pep Guardiola pidió su fichaje unos meses antes de dejar el Barça y Sandro Rosell no quiso saber nada de sus recomendaciones.
Pep Guardiola decidió renunciar a su cargo de entrenador del FC Barcelona en los últimos meses de la temporada 2011-12. Unos meses antes había reclamado el fichaje de Arturo Vidal para reforzar el centro del campo del equipo. El internacional chileno jugaba entonces en la Bundesliga, en las filas del Bayer Leverkusen. Pero Rosell entendió que el estilo de juego de Vidal no encajaba bien entre las exquisiteces técnicas de Xavi, Iniesta y Busquets, y descartó su fichaje, lo que significó un nuevo foco de tensión entre el técnico y su presidente, uno más que acabaría por convencer a Guardiola de dejar el Barça.
Vidal fichó por la Juventus, en donde ha brillado a gran altura hasta convertirse en uno de los centrocampistas más cotizados del mundo. Y Pep volvió a interesarse por él. Y el Barcelona también. Con cuatro años de retraso. Guardiola temió por la posibilidad de quedarse por segunda vez sin su objetivo, dado que conocía el informe que sobre el crack chileno dejó escrito en los archivos de su despacho de a Ciutat Esportiva. Sin embargo, esta vez se salió con la suya. Pep contactó personalmente con Arturo Vidal, le recordó que ya lo recomendó para el Barcelona y que ahora lo quería con él en el Bayern. Y cuando el Barça se interesó por él, la suerte ya estaba echada. Arturo Vidal había tomado una decisión y no la iba a cambiar. El interés personal que Pep puso por su fichaje fue decisivo. Por eso ahora Vidal juega en el Bayern de Múnich y no en el FC Barcelona junto a su paisano Claudio Bravo.