Cunde la alarma en el Barça sobre la continuidad de Seung Woo Lee
En el club preocupan los tanteos de Florentino Pérez y que sea el hermano de Guardiola quien lleva los asuntos del jugador, que a partir de hoy ya puede jugar oficialmente.
Seung Woo Lee cumple hoy 18 años. Seung Woo Lee recupera hoy su condición de futbolista y vuelve a los terrenos de juego, sin esconderse de nadie, después de tres años de inactividad en el Barça a causa de la sanción impuesta por la FIFA al club azulgrana por las irregularidades cometidas en la adquisición de futbolistas jóvenes.
El futbolista coreano es una de las grandes estrellas de los equipos inferiores del FC Barcelona y Luis Enrique tiene depositadas en él muchas ilusiones, esperando incluso que se convierta en el heredero natural de Leo Messi en el primer equipo del Barça. De momento el técnico barcelonista tiene previsto que el chaval haga la pretemporada con el primer equipo el próximo verano para verle de cerca y calibrar sus posibilidades de dar el salto a la plantilla profesional.
Sin embargo, no parece que las cosas vayan a ser sencillas con Seung Woo Lee en los próximos meses y las alarmas ya se ham disparado en el Camp Nou, porque su primer destino será el Juvenil A a la espera de dar el salto al filial. Mientras permanezca en el equipo juvenil su cláusula de rescisión será de 3 millones de euros, que se convertirán en 12 al llegar al Barça B. En la zona noble del Camp Nou saben que Florentino Pérez ya ha tanteado su fichaje y el hecho de que su representante sea Pere Guardiola, el hermano del técnico del Bayern, el mismo que se llevó a Thiago Alcántara del Barça, es motivo de preocupación.
Seung Woo ya recibe un trato privilegiado del club, como premio a su fidelidad desoyendo las ofertas que le han llegado hasta ahora. El club se hace cargo de los viajes de ida y vuelta a Corea de sus familiares más directos y paga el alquiler de la casa en donde viven sus padres. Aún así, el cuerpo técnico tiene como tema prioritario seguir su progresión muy de cerca y confirmar que las previsiones sobre su futuro se confirman para decidir si conviene hacerle cuanto antes un contrato profesional que espante a los moscones que merodean a su alredor.