Los nervios atenazan a Javi Guerra en el Rayo Vallecano
El progreso de Miku y Manucho amenaza la posición de privilegio del delantero
Sabe mal salir del equipo y que tu sustituto lo haga de cine, pero esta circunstancia ocurre de manera constante en el fútbol profesional. Tras una etapa muy buena, Javi Guerra está viviendo la cara opuesta con una mala racha, en la que el último capítulo ha sido una sinovitis en la rodilla derecha. Mientras parece que el goleador andaluz ha trazado un camino de más a menos en esta temporada, otros compañeros de línea, como son los casos de Manucho y Miku, lo han hecho al revés, y eso le preocupa porque ve peligrar su titularidad.
Javi Guerra ya sufrió bastante en su única escapada al extranjero, ya que firmó con el Cardiff City un largo contrato que no llegó a completar. El delantero pasó una tormentosa temporada 2014-15, y hasta que no salió cedido al Málaga no recuperó su ánimo para seguir en la brecha. Al concluir la campaña citada logró rescindir su contrato con el Cardiff y aceptó la oferta del Rayo Vallecano, club con el que firmó hasta el día 30 de junio de 2017, sabiendo que competiría por un puesto con Manucho, un viejo conocido con el que ya había coincidido en el Real Valladolid.
Lo que no entraba en los planes de Javi Guerra (32 años), y es lo que le tiene de los nervios, es que Miku dejase de ser un cero a la izquierda para Paco Jémez. Con este mismo entrenador, la pasada temporada el venezolano había jugado poco, muy poco, y en esta 2015-16 la situación se estaba repitiendo para tranquilidad de sus competidores. Jémez no recomendó su fichaje y no era de su agrado… hasta que ha empezado a serlo. Sus compañeros de línea han visto renacer al defenestrado Miku, que ha salido de su ostracismo y ha aprovechado las la oportunidades dispuestas por Jémez, hasta poner en serios aprietos a su compañeros de línea, sobre todo a Javi Guerra, que para él es impensable calentar banquillo en Vallecas.