Los duelos del Clásico (I) Dos auténticos 'gatos' bajo los palos
Claudio Bravo y Keylor Navas volverán a enfrentarse en un momento de forma especialmente dulce para el costarricense.
Comenzamos en Don Balón una serie de análisis de cara al próximo Clásico del fútbol español entre el Barça y el Real Madrid. Se trata del choque entre los dos grandes del fútbol mundial más descafeinado de los últimos años por la situación en la que llegan ambos conjuntos, con un Barça que tiene prácticamente sentenciada la Liga y un Madrid que aterrizará en el Camp Nou a diez puntos de los culés. Con los cuartos de la Champions a la vuelta de la esquina, el temor es que ambos equipos conviertan el choque más atractivo del mundo en un mero trámite sin ganas de 'gresca' (deportivamente hablando, claro). Pero también tenemos que pensar dos cosas: para los blancos es una oportunidad de reivindicarse en mitad de una temporada con muchas opciones de ser desastrosa, y además el duelo estará lleno de enfrentamientos individuales entre 22 futbolistas que, una vez más, y bajo el foco de las cámaras y las miradas de todo el planeta, querrán dejar constancia de sí mismos en el que es uno de los eventos deportivos del año.
El primero de los duelos individuales, y uno de los más interesantes, estará en ambas porterías. Porque Claudio Bravo y Keylor Navas volverán a enfrentarse desde la distancia con el recuerdo del 0-4 en la mente del 'tico' aún presente. Keylor no pudo hacer nada por evitar aquel bochorno de la primera vuelta en el Bernabéu, que le pilló justo en un momento complicado, tras una lesión que frenó su monumental inicio de temporada con Rafa Benítez en el banquillo. El costarricense fue el principal pilar en el que se sustentó el castillo de naipes del técnico ya destituido en Chamartín y su falsa fortaleza defensiva, que quedó retratada en apenas dos noches, en Sevilla, una semana antes del Clásico de la primera vuelta, y pocos días después ante el Barcelona. Aquel fue el primer punto de inflexión negativamente hablando en un Madrid que a partir de entonces (antes ya había dado señas de debilidad) empezó a desmoronarse. Pero Navas no estaba del todo bien, y ahora sí que lo está.
En frente, un Claudio Bravo que es la regularidad personificada. El chileno lleva dos temporadas demostrando que su rol de 'transición' para favorecer la ascensión de Ter Stegen no sólo nunca fue tal, sino que está dispuesto a ganar la batalla final por la portería del Barcelona al alemán. La Liga es su territorio. Zamora del año pasado, salvo cuatro encuentros, ha jugado todo el campeonato, encajando 24 goles, por 28 de Keylor, que disputó dos partidos más de Liga, perdiéndose solo dos del campeonato doméstico esta temporada. El chileno tiene mejor media de goles encajados (0,65 por 0,85 por partido), pero las defensas cuentan. Y la del Barça ha demostrado ser mejor esta campaña.
Los dos son auténticos 'gatos' bajo palos. Rapidez, colocación y reflejos, siendo cada uno particularmente especialista en lo suyo. Navas tiene un punto más de 'espectáculo' en sus estiradas y ha demostrado ser un 'parapenaltis' capaz. Bravo posee un estupendo juego con los pies, algo fundamental a destacar dentro del esquema de juego del Barça. Y los dos son decisivos para sus equipos. Cuando les llegan, están ahí, salvan puntos y hacen que encuentros que bajo el punto de vista del marcador parezcan fáciles, no lo sean tanto.
En buena medida, el resultado final de este Clásico dependerá de ellos. Una actuación soberbia bajo palos puede desesperar a uno de los dos conjuntos, al mismo tiempo que limitar mucho su capacidad de anotación en un encuentro en el que, dadas las pocas exigencias desde el punto de vista competitivo, existe riesgo de ver un juego más pausado y menos ocasiones de las habituales. Keylor juega fuera de casa y tiene más presión, pero quizá por momento de gracia llega algo mejor. Será apasionante y una prueba de fuego para ambos.