El primer 'rebelde' en el vestuario de Paco Ayestarán en el Valencia
El técnico está haciendo todos los esfuerzos posibles por centrar a la plantilla de cara a conseguir la salvación.
Paco Ayestarán ha cogido el toro por los cuernos. Consciente de que el tiempo no es precisamente lo que abunda ahora mismo en el Valencia y de que el equipo y la afición necesitan victorias como néctar necesario para obtener confianza y la permanencia en Primera, anda diseñando dobles sesiones de entrenamientos, acondicionando a sus jugadores línea por línea para que entiendan qué pide de ellos, poniéndoles físicamente bien e incluso con métodos más propios que una pretemporada que de la época en la que nos encontramos. Su objetivo no es otro que el triunfo ante el Sevilla este fin de semana en Mestalla, después de la derrota ante Las Palmas del pasado sábado.
Pero al técnico se le presenta una duda complicada de cara a ese duelo en el estadio valencianista. ¿Qué hacer con Feghouli? Aunque su último episodio ha sido minimizado por el club y no se ha calificado de indisciplinario, lo cierto es que el retraso en un vuelo que debía llevarle de vuelta a Valencia desde París le impidió estar en la primera sesión de trabajo de Ayestarán esta semana. Y no es la primera vez que esto sucede con el argelino. Sportyou recoge otros incidentes con el africano involucrado, entre ellos un ejercicio durante los últimos días de la etapa de Gary Neville al frente del equipo en el que se negó a ejercitarse como estaba previsto.
Feghouli tuvo minutos en el segundo tiempo del partido frente a Las Palmas pero su participación fue poco menos que nefasta. Una dura noticia para el equipo, ya que en su mejor forma, el extremo es uno de los jugadores más importantes del plantel che. En la entidad hay mucha preocupación, ya que se teme que el jugador haya tirado la toalla en cuanto a compromiso y actitud debido a su situación. Feghouli acaba contrato el próximo 30 de junio y no ha renovado con el Valencia, por lo que todo hace indicar que saldrá libre este verano. Poco puede importarle ya en la ciudad del Turia.
Ahora, la responsabilidad y la decisión es de Paco Ayestarán: Convencer al jugador de que se implique y saque a relucir su calidad para ayudar a salvar al equipo del infierno de la Segunda División o seguir adelante, darle por perdido y dejar de contar con él para lo que resta de temporada.