El Wolfsburgo deja otra vez 'tocados' en el Madrid: Lo negativo de la remontada
Zidane dejó clara su postura en el partido más importante de la temporada a través de sus decisiones tácticas.
Que el Real Madrid ahora mismo es un club con el estado de ánimo por las nubes nadie lo discute. Pero en los días sucesivos, una vez que empiecen a calmarse los ánimos tras la remontada ante el Wolfsburgo, será momento de empezar a analizar lo que sucedió futbolísticamente hablando sobre el césped del Bernabéu el pasado martes. Tanto la alineación como las intenciones de Zidane fueron motivo de numerosos debates antes del duelo, y el técnico francés no sólo hizo lo que se esperaba de inicio sino que implementó una política que podría ser importante de cara al futuro a corto plazo de varios miembros de la plantilla.
Para empezar, la alineación del Madrid fue la misma que en el Clásico ganado por los merengues en el Camp Nou hace pocas fechas. Danilo dejó su puesto a Carvajal, como era de esperar, lo que hace entrever que tendremos que esperar a la campaña 2016-2017 para ver si su adaptación al equipo se consuma y se convierte en ese jugador tan válido que parecía en Oporto para citas importantes. No ha sido fiable este curso. Además, Zizou deja claro que, al menos de aquí a junio, Casemiro es intocable para él en el medio campo para dar equilibrio.
Esto perjudica seriamente a James y a Isco Alarcón, que serán suplentes en lo que resta de campaña salvo que alguno de los titulares actuales sea sancionado o se lesione. Había cierta expectación sobre todo con respecto al colombiano, que firmó un gran partido ante el Eibar el pasado sábado. Algunos incluso vieron abierta la posibilidad de que el técnico le alinease en lugar del mediocentro brasileño. No fue así, y el '10' estuvo en el banquillo junto al malagueño.
Pero lo más significativo y, por momentos, sorprendente, fue lo que hizo Zidane durante el encuentro. No hizo cambios hasta el minuto 83, ya con 3-0 en el marcador, y sólo realizó dos sustituciones que, además, fueron extrañas: Metió a Jesé por Benzema como primer cambio cuando el Wolfsburgo más apretaba arriba y lo lógico era introducir más efectivos en el medio campo, y después sacó a Varane, un central, por Modric, un centrocampista, ya en el descuento.
Ni James ni Isco tuvieron minutos, al igual que en el Clásico. Esto significa que Zidane no les ve para partidos realmente importantes, sin duda un mensaje devastador para ambos jugadores. Además, sorprendió que no tiró de ellos incluso cuando el equipo necesitaba futbolistas de su perfil y realizó cambios poco ortodoxos, que sorprendieron incluso a la grada del Bernabéu. Y los hizo realmente tarde. ¿Señal de que en noches grandes no confía en su banquillo? ¿Acaso no quería tocar nada? Preguntas que quedan en el aire, pero con perjudicados claros.