La Undécima se convierte en obligación: Pellegrini, obstáculo antes de Milán

El Real Madrid se enfrentará al Manchester City, a priori el más asequible de los tres rivales del bombo, por un puesto en la final. Jugará la vuelta en el Bernabéu y sería local en San Siro.

La Undécima se convierte en obligación: Pellegrini, obstáculo antes de Milán

El Real Madrid siguió con su idilio en cuanto a los cruces en la Champions League esta temporada. Porque ni se puede negar que el Manchester City era el rival menos potente de los tres en liza antes del sorteo ni después del mismo. Esa era la conclusión generalizada en prensa deportiva, medios especializados y periodistas de todo tipo. Los ingleses serán el último escollo de los blancos antes de la soñada, deseada y ahora ya obligada final de Milán del próximo 28 de mayo. Un equipo comandado por un Manuel Pellegrini al que seguramente no le hará ni pizca de gracia regresar al Santiago Bernabéu, un lugar donde pasó una temporada con más sombras que luces y del que se marchó contrariado con el club, el presidente y decepcionado consigo mismo, por a puerta de atrás. El madridista espera desde hoy que vuelva a suceder lo mismo.

 

Tampoco se podrá negar que todo aquel que no analice a través de forofismos verá al City como un conjunto muy peligroso y perfectamente capaz de eliminar al Real Madrid si el equipo de Zidane no se toma en serio la eliminatoria. Hablamos de semifinales, una ronda en la que ya nada es fácil para nadie ni lo ha sido nunca en los últimos años. Y precisamente es el Real Madrid el club que más puede atestiguarlo. De las seis semifinales consecutivas que con la de esta temporada disputarán los blancos, sólo en una se alcanzó la final, jugando contra el Bayern de Múnich y con la vuelta fuera de casa. Borussia Dortmund, en 2013 y Juventus el año pasado, dos rivales a priori inferiores y que se colaban en esta ronda "de casualidad" según los expertos", eliminaron al Madrid jugando el segundo partido en el Bernabéu. Sobran las palabras.

 

Una montaña rusa

 

En cuanto a estados de forma y nivel de las plantillas, la del Madrid se muestra más equilibrada y con más calidad sobre el papel, pero es verdad que la situación de varios integrantes de su plantel genera dudas. No tantas genera el City, que muestra lo que tiene porque no habrá mucho más: un equipo irregular, que tapa todos sus defectos, sobre todo defensivos, a través de un enorme potencial en ataque. Alejados de los puestos altos de una Premier League que ya no pueden ganar, los 'Citizen' veneran ahora a un Pellegrini sobre el que echaron pestes este mismo curso, y al que han condenado desde que a principios de 2016 se anunció la llegada de Pep Guardiola. Un mensaje en toda regla para un chileno que quiere irse tapando bocas.

 

City

 

City y Real Madrid podrían ser similares en cuanto a su falta de contudencia en el control de los partidos, la tendencia a convertirlos en choques de ida y vuelta y la endeblez de sus defensas, aunque a su mejor nivel, el Madrid gana en todo salvo si el Kun Agüero está a su mejor nivel, en cuyo caso las fuerzas se equilibrarán en la delantera. Kevin de Bruyne se ha convertido en su mejor escudero, y con un Yayá Youré físicamente más justo que nunca el protagonismo en medio campo se divide entre las tardes de inspiración del belga, de Silva o de otros actores secundarios como Navas o Sterling. En cualquier caso, aprovechar las debilidades defensivas de un equipo que casi nunca deja su portería a cero pero que casi siempre marca, sea donde sea, e intentar ser lo más fuertes atrás, se antojan como las dos bazas fundamentales para pasar de ronda.