Así tumbó un Madrid (algo) espeso a un Celta valiente: 5 cosas que aprendimos
Los de Zidane estuvieron correctos, pero menos brillantes que en la primera jornada ante la Real Sociedad. Marcaron Morata,Kroos y Orellana.
El Real Madrid logró doblegar a un celta pegajoso en el Bernabéu gracias a un golazo de Kroos y a que Zidane ha conseguido impregnar de una buena base física y táctica a un equipo más solidario que antaño. Pese a todo, el Celta no sólo plantó cara, sino que pudo sacar puntos del Bernabéu. Estas fueron las claves del partido:
El medido plan del Celta. De principio a fin de la primera parte, Berizzo supo cómo coser sus líneas y dejar ciego al ataque del Real Madrid.Elm equipo gallego presionó muy arriba y casi al hombre, dejando sin respirar las vías de salida merenges. Casemiro, Modric y Kroos apenas tenían huecos y el Madrid abusó de la circulación horizontal en campo propio. Con el paso de los minutos, la posesión se igualó y aunque los blancos tuvieron alguna ocasión esporádica producto de lanzamientos lejanos, no fueron un martillo. Tampoco el Celta, ojo, que sí dispuso de alguna llegada con peligro aunque le faltó aire para rematar. En el segundo tiempo fue otra historia. El partido se abrió y aunque los celestes siempre respondieron y llegaron a empatar, el empuje del Madrid fue mayor. Pudieron haber puntuado perfectamente en el Bernabéu.
Morata (correcto) necesita un aviso. Alguien debe decirle al chico que lleva tres partidos oficiales desde su regreso al Real Madrid. Que no es obligatorio que cuente sus partidos por exhibiciones y que marque en cada encuentro. Ha aprendido a aguantar balones de espaldas, a abrir huecos, a ser peligrosísimo partiendo desde las bandas... pero se acuerda del 'machaque' del Bernabéu y es consciente de que si no ve portería, con el tiempo estará muy cuestionado. Hizo un gran partido en Anoeta, bastante más discreto en su regreso al coliseo blanco a pesar de su tanto y de que casi anotó el segundo, que hubiese dado una tranquilidad enorme antes del empate de Orellana. El problema es que muestra unos excesivos nervios para estar en septiembre,como si todo tuviese que ser ya mismo. Eso le provoca errores, movimientos torpes y resbalones más que inoportunos. Le costará tiempo adaptarse.
Modric, excelso. Este Madrid sigue dependiendo absolutamente del croata. Fue el único que pudo romper las líneas de presión del Celta durante la primera mitad y los blancos tuvieron esperanzas de construir de una forma razonable mientras le duró el fuelle. Salió por James en el minuto 69, en un gesto de mucho coraje de Zidane. No es del todo una buena noticia porque significa que pasan las temporadas y sigue siendo el único insustituible del equipo.
Zidane apretó con los cambios. Muchos mensajes, mucha valentía del técnico francés. Sacó a Rodríguez en el que pudo ser su último partido del Madrid para que resolviera un partido durísimo, en el alambre, confiando en su capacidad para desequilibrar de múltiples formas. Tuvo actitud, no tanto acierto. Realmente sus minutos le sirvieron para poco si es que estaba a examen. La última sustitución, Mariano por Morata, fue un pequeño toque al '21'. El canterano es más directo, se lo piensa menos. Lucas Vázquez había entrado por Asensio (partido discreto) en el primer cambio, probablemente el más lógico de los tres.
Gol de 'billar' de Kroos. Su disparo se veía a leguas, estaba claro que la iba a poner donde la iba a poner. Desde su arrancada y su giro de cadera, todo el estadio pudo visualizar el ángulo perfecto del trazado del lanzamiento. Y lo clavó. Su golpeo es tan excelso como buena noticia que el Madrid lo intente desde lejos (muchas veces, tanto en San Sebastián como contra el Celta). Esto sí es mandato de Zidane. Habrá muchos partidos en los que el Madrid lo necesite.