El escalofriante dato de Alcácer que cuestiona el acierto de su fichaje
La prueba de que el delantero valenciano no ha asimilado todavía los mecanismos en los que se basa el juego del Barcelona.

Luis Enrique sorprendió a todos en Alemania alineando juntos a Luis Suárez y Paco Alcácer, dos delanteros centro natos que más que sumar acabaron restando y estorbándose mutuamente en la zona de definición.
Fue una apuesta arriesgada del técnico asturiano que le salió mal. Y la prueba es que tuvo que admitirlo sustituyendo al delantero valenciano por Rafinha en el minuto 53. Rafinha le dio otro aire al equipo y abrió el camino de la remontada para cambiar un 1-0 y convertirle en 1-2. La cuestión es que Alcácer jugó casi una hora de partido y apenas tocó siete balones. Un dato que ha hecho reflexionar a Luis Enrique y que indica que Alcácer no ha asimilado todavía el ADN Barça y no está aún para partidos de este compromiso.
Suárez, consciente del pobre papel que estaba desempeñando en el campo su nuevo compañero, llegó incluso a renunciar a un remate claro en el área, solo ante el portero, para cederle el balón a Alcácer. Sin embargo, tanto derroche de generosidad no recibió el premio del gol porque Alcácer no pudo culminar la jugada. Ese fue uno de los siete balones que tocó Alcácer, un balance muy pobre para un equipo que basa su juego en la participación del colectivo en todas sus jugadas y en el que incluso el portero destaca por el número de balones que toca combinando con el pie con sus compañeros.