El Mundial de Clubes cambia el futuro (y la vida) de James Rodríguez

El jugador colombiano tiene muy claro qué piensa hacer en los próximos meses.

El Mundial de Clubes cambia el futuro (y la vida) de James Rodríguez

James Rodríguez fue el primer cambio elegido por Zinedine Zidane en el estreno del Real Madrid en el Mundial de Clubes ante el América de México (0-2 para los blancos). Un nuevo gesto del entrenador francés, que parece que poco a poco y con lentitud pero sin pausa va metiendo al jugador colombiano en sus planes, cada vez de forma más importante. Rodríguez ha sido titular en cuatro partidos recientes (Cultural Leonesa en Copa, frente al Sporting de Gijón y el Deportivo en Liga y contra el Dortmund en Champions), participó en el Clásico y otra vez ha sido de la partida ante los mexicanos.

 

De hecho, un detalle a tener en cuenta en este primer partido del Real Madrid en tierras japonesas para con James, es que Zizou agotó los tres cambios sin dar entrada a ningún otro centrocampista. Álvaro Morata fue el segundo y definitivo cambio que realizó el técnico, que decidió no dar entrada a un tercer futbolista. Esta vez, Isco, Asensio o Kovacic no pasaron por delante de él.

 

Además, el viaje a Japón está resultando ser toda una experiencia para el ‘10’ blanco. James sigue siendo uno de los futbolistas más seguidos y aclamados del Real Madrid. Su fama mundial no ha decrecido pese a llevar más de un año en el ostracismo en el equipo merengue, y la locura con los fans japoneses en cada momento en el que el cafetero estaba a la vista junto al resto de la plantilla demuestra que James es todavía un icono publicitario y una de las grandes figuras futbolísticas del planeta, sobre todo en Sudamérica y Asia.

 

 

De hecho, estos son motivos que el Madrid suele poner por delante cada vez que decide hacer oídos sordos a la posibilidad de vender al jugador, que sigue siendo una fuente de ingresos de las más prolíficas de todo el plantel. Pero, además, este viaje ha cambiado la cara del jugador, que poco a poco va ganando no sólo en minutos, sino en confianza. Se vuelve a sentir parte del grupo, importante. Y querido, algo que hasta ahora le faltaba.

 

Si hace unos días era su madre la que aseguraba que por nada del mundo su hijo iba a dejar de pelear por triunfar en el Real Madrid, parece que ahora es el propio Rodríguez el que ha decidido otra vez quedarse y luchar por ser titular. Estos últimos partidos la han fortalecido. Ha llegado a dudar, pero ahora ve la luz más cerca. Sólo le falta completar un encuentro de ensueño para terminar de convencer a Zidane.