Manual para parar a Messi, Cristiano Ronaldo y otras estrellas
Cómo parar a esos astros y no morir en el intento.
El excentral de Inglaterra y del Manchester United Rio Ferdinand analizó para la publicación inglesa FourFourTwo de qué manera se puede intentar defender a los mejores delanteros del mundo. El inglés se centró en los que más le han impresionado: Leo Messi, Cristiano Ronaldo, Luis Suárez y Sergio Agüero.
Leo Messi: "No puedes dejar que se gire. Si se gira y comienza a correr ahí es cuando estás perdido porque has entrado en su mundo y para nada te interesa eso. Tiene que impedir que se gire y mantenerlo lo más alejado posible de la portería. Es casi imposible pararle. Es muy difícil defenderle porque nunca sabes qué va a hacer. Toma decisiones en décimas de segundo, no puedes anticiparte a ellas porque siempre tiene recursos para salir de cualquier situación. Necesitas que todo el equipo haga un esfuerzo descomunal".
Cristiano Ronaldo: "Es un asesino, un devorador del gol. Tiene una potencia física descomunal y huele tu debilidad. Si la detecta estás perdido porque la atacará hasta la extenuación".
Luis Suárez: "Es un jugador que tiene una intensidad pocas veces vista. Intenta tirarte un caño y a su vez mete la pierna fuerte para llevarse cualquier rebote. En el Liverpool era un jugador brillante pero en el Barcelona ha alcanzado otro nivel. Suárez tiene un extraordinario instinto goleador. Si el balón le cae en el área sabes que está muerto. Sus movimientos son impredecibles, nunca sabes qué va a hacer, huele el gol aunque a pesar de todo nunca ha conseguido marcarme. Con jugadores como Suárez no puedes ir rápido al suelo. Tienes que dejar que ellos hagan el primer movimiento".
Kun Agüero: "Tiene el centro de gravedad muy bajo lo que le hace ser muy rápido. Agüero no necesita dar muchos toques. En uno, dos o tres ya toma la decisión y ¡bang! dispara. Se siente muy cómodo tanto con la derecha como la izquierda y eso apenas te da capacidad de reacción". ¿Y cómo se para a un jugador así? "Tienes que impedir que el balón le llegue, y si le llega, tienes que estar muy encima de él, molestarle y no dejarle que piense ni un segundo".