5 señalados del bochorno ante Las Palmas (Cristiano pasa revista)
Horroroso partido del Real Madrid pese a empatar con otro arreón heroico después de ir 1-3 abajo y con diez jugadores.
Mal, muy mal. Así puede resumirse el partido en el que el Real Madrid cedió el liderato de la Liga ante un Barça menor, y que ya sabe que Luis Enrique no continuará la próxima temporada precisamente por encarnar a un equipo excesivamente desgastado. Aun así, los blancos certificaron ante la Unión Deportiva Las Palmas otro encuentro desastroso hasta que se vieron ahogados en tiempo y en el marcador. Pierden la iniciativa por primera vez en muchísimas jornadas, acercándose poco a poco a otro descalabro similar al sufrido por el Madrid de Ancelotti en 2015. Queda la 'bala' del partido aplazado de Vigo que, por cierto, cada vez tiene más tintes épicos. Y dejan la sensación de ser un conjunto desordenado, que ha perdido ideas y empaque y con síntomas de desquiciamiento. Esta noche lo encarnaron Gareh Bale y Keylor Navas, el primero autoexpulsándose de forma increíble y sin venir a cuento, y el segundo cometiendo otro error grotesco que redujo las opciones de gesta a la mínima expresión.
Empezó el choque de forma vertiginosa, alocada, anunciando lo que sería todo el partido. Sin Casemiro y sin Modric, el Real Madrid perdió todo el control posible en el medio campo pero ganó velocidad de demolición con Bale y Morata. Kovacic aportaba impulso hacia delante, pero seguramente no era el día para apostar por sacrificar control por pegada. Las Palmas es un equipo que juega al fútbol con mucha delicadeza y de forma preciosista, pero que carece de contundencia defensiva, así que lo fía todo a su ataque. El resultado fue un choque de ida y vuelta en el que los canarios 'pululaban' el área de Navas y el Madrid intentaba picar sin contemplaciones ni preliminares. Por una vez, esta ruleta rusa no le favoreció.
Y no lo hizo porque el encuentro fue evolucionando de regular a mal, y de mal a peor. Empezó marcando Isco, pero Tana empató valientemente un minuto después, bailando a Sergio Ramos. A partir de ahí el Madrid se sintió extrañamente fuera de sitio, noqueado, y el equipo amarillo le comió aun más terreno. El equilibrio en el marcador permitía pensar que la calidad decantaría la balanza a favor de los blancos en un momento u otro, sobre todo cuando Morata y el linier se pusieran de acuerdo y los goles del delantero (hasta tres esta noche) no fuesen anulados por fuera de juego (uno fue claro, los otros dos muy dudosos). Pero entonces llegó la absurda e increíble autoexpulsión de Bale, y ahí se acabó todo. El galés perdió los papeles de forma salvaje con Viera y Borbalán no dudó un instante en mostrarle el camino a los vestuarios. Exceso de exhibición del '21' de la Unión Deportiva, quizás. Habrá que preguntarle al madridista, al que nunca se le vio así antes.
Gareth fue el primero. El primero de los señalados, y en su caso, una expulsión tan trascendente en un encuentro tran importante traerá mucha cola interna en el club. Si quiere 'Gobernar' algún día instalado en el sitio de Cristiano, más le vale aprender de estos errores. Pero no sería el único. El colmo de las desgracias llegó diez minutos después, con un penalti por manos de Sergio Ramos que transformó el propio Viera. El Madrid perdió los nervios y se lanzó de forma kamikaze a por el empate con uno menos, y Keylor Navas cometió un error garrafal en el 58' que propició el 1-3 de Boateng. Al 'tico' parece pesarle cada vez más la sombra de sus posibles sustitutos, y fue abroncado por el Bernabéu por primera vez en dos años. Junto con el mal partido de Kovacic (el equipo siempre estuvo partido en dos) y la intermitencia de Isco, los cuatro quedan muy tocados.
Y este quinteto de 'heridos' lo completa Zinedine Zidane. El técnico falló en Valencia con los cambios, acertó del todo en Villarreal y volvió a equivocarse esta noche. Eligió no darle ni bola a Modric aun con 1-3 en contra, y en lugar de eso acabó llenando el equipo de delanteros para intentar la hazaña... que casi llegó. Cristiano Ronaldo consumó otro empate perpetrado en solo tres minutos, pero no fue suficiente. Este jueves, el portugués tendrá derecho a pasar revista.