Croacia no sale de su asombro: ''Hay que castigar a los culpables''
Suker habló sobre la esvástica pintada en el césped. El Presidente de la federación croata no sale de su asombro y todavía se pregunta como puede pasar algo así.

Fue algo impensable. Davor Suker, presidente de la Federación de Fútbol de Croacia ha pedido perdón por la aparación de una esvástica sobre el césped del estadio Poljud de Split, en el que Croacia e Italia jugaron el pasado viernes. "Estoy triste y disgustado por lo que ocurrió. Vuelvo a instar a todas las instituciones del Estado a llevar a cabo una profunda investigación y a castigar a los responsables", dijo el ex futbolista en una rueda de prensa en la ciudad portuaria de Split.
Y eso que el partido se jugó sin público debido a una sanción de la UEFA a Croacia por los gritos racistas que se produjeron durante un partido ante Noruega. La cruz debió ser grabada sobre el césped con productos químicos y pasó inadvertida para los servicios de mantenimiento del estadio. Tras el encuentro la policia tomó muestras e interrogó a los empleados.
La presidenta de Croacia, Kolinda Grabar-Kitarovic, también condenó "enérgicamente" los hechos. "Croacia tiene un problema muy serio con los 'hooligans' que pretenden desacreditar no sólo al fútbol croata, sino al Estado croata", señaló en un comunicado.
Croacia se enfreta ahora a fuertes sanciones, incluso la expulsión de la próxima Eurocopa. Ya pagó más de medio millón de euros en los últimos años por incidentes repetitivos. Incluso el jugador Josip Simunic se quedó sin jugar el Mundial de Brasil por realizar un saludo nazi durante un partido.