La crisis del Real Madrid apunta a un intocable de Zidane (y Florentino Pérez está al acecho)
Hay un gallo en el gallinero del vestuario blanco al que todavía no le había afectado la mala racha del equipo... hasta ahora.
Era cuestión de tiempo. La imagen de impotencia que ofreció el Real Madrid en San Mamés ha terminado por hacer estallar la crisis en el seno del equipo merengue. Zinedine Zidane tiró de simbología al colocar sobre el césped de La Catedral al mismo once que arrasó a la Juventus de Turín en la final de Cardiff, quizás convencido de que esos once futbolistas tendrían que sacar al equipo del atolladero en el que se ha venido metiendo desde hace meses. El resultado fue la confirmación de que esos mismos jugadores parecen haberse consumido por completo. El Real Madrid que deslumbró al mundo hace seis meses es otro equipo totalmente diferente.
Y de esos once futbolistas casi nadie se salva. Nadie está a su mejor nivel, con casos especialmente flagrantes, como los de Karim Benzema, Marcelo o el propio Cristiano Ronaldo. Pero esta oleada de críticas personales no había afectado hasta ahora al que, sin duda, fue una de las mejores noticias en cuanto a su explosión definitiva como crack el año pasado: Isco Alarcón. En la 2016-2017, el malagueño empezó de suplente para acabar siendo titular indiscutible y pieza clave del doblete. Ahora, incluso a él se le ve fundido y corto de ideas y de su magia, sin duda su mejor seña de identidad. Tampoco está bien.
Y cuando el andaluz no está bien, el resultado inmediato es que el equipo es mucho más lento sobre el terreno de juego. Frente al Athletic Club, el Real Madrid ofreció la imagen que tantas veces ha ofrecido esta temporada: un equipo que toca bien la pelota, que mantiene el dominio del esférico... pero que al mismo tiempo apenas genera ocasiones de peligro. Todo son ataques estáticos sin velocidad ni capacidad para abrir huecos ante defensas cerradas, con jugadas que casi siempre terminan en centros laterales que se pierden. Y buena parte de culpa en esto la tiene Alarcón, un conductor de juego natural que, cuando 'soba' demasiado la bola, se convierte más en una rémora que en un recurso valioso.
Florentino Pérez. Isco ha sido siempre uno de los favoritos de Zinedine Zidane, que le hace jugar siempre que puede. El presidente lo sabe, pero también ha llegado a sus oidos esta alarma momentánea sobre el jugador. Si no espabila, podría empezar a 'chupar' banquillo de nuevo. Y con ello, se regeneraría el eterno debate sobre el de Arroyo de la Miel que persiguió al Real Madrid durante años. Más problemas para el máximo mandatario merengue, que por ahora mantiene la calma, pero que cada vez ve más cerca la necesidad de actuar.