Guerra entre Bale y Hazard fallida: ni se miran, decepción en Madrid
El belga y el galés ni siquiera pudieron estar juntos en el mismo césped más de un minuto
Muchos aficionados del Real Madrid y del fútbol en general estaban aguardando esta cita con cierto morbo. Las selecciones de Gales y de Bélgica, o lo que es lo mismo, Gareth Bale y Eden Hazard se enfrentaron en un encuentro correspondiente a la tercera jornada de la Liga de Naciones en casa de los primeros y lo cierto es que tanto el choque en sí como el encuentro entre ambos no fue todo lo espectacular que se esperaba. De hecho, prácticamente ni se produjo ese reencuentro entre el ex jugador blanco y el que todavía quiere triunfar como merengue.
Los que esperaban ver a los dos jugadores juntos en el césped desde el primer minuto se llevaron un gran chasco. Gareth Bale, el auténtico referente de su selección nacional, sí que fue titular y su míster, Robert Page, apostó por meterle entre los once iniciales. Sin embargo, la decepción llegó al comprobar que en la lista de Bélgica Roberto Martínez no confiaba en Eden Hazard y decidía dejar al atacante en el banquillo. El choque no fue vistoso ni espectacular, se adelantó el conjunto belga ya en el segundo tiempo con un gol de Tielemans y empató Gales en los instantes finales gracias al tanto de Johnson. Sin embargo, ni Bale ni Hazard fueron parte importante en estas acciones.
Se puede decir, de hecho, casi que se huyeron el uno al otro porque ambos jugadores llegaron a estar a la vez en el mismo terreno de juego... ¡tan solo un minuto! Casualidad o no, sus entrenadores movieron las fichas de tal manera que propiciaron que Bale y Hazard apenas pudieran cruzarse en el césped. Y es que el belga al ser suplente no ingresó al terreno de juego ya hasta bien entrada la segunda mitad. Roberto Martínez decidió que el minuto 72 era un buen momento para que el del Real Madrid saltara al campo para darle un poco más de control al juego de Bélgica y lo hizo en sustitución de Kevin de Bruyne.
Sin embargo, un minuto más tarde, en el 73, el seleccionador de Gales dijo basta y sacó a Gareth Bale del césped del Cardiff Stadium para dar entrada a Johnson, un acierto en todo caso porque su sustituto fue el hombre que terminó marcando el gol del empate apenas a cuatro minutos del final.