Y no es Alaba: la otra estrella del Bayern que llama al Real Madrid

En los últimos días se habla muy fuerte acerca de la posibilidad de ver a David Alaba en el Real Madrid. Y no es de extrañar en absoluto, viendo las necesidades en defensa que tiene Zinedine Zidane, sin contar las bajas que puede haber. El internacional austríaco sería un refuerzo de lujo, teniendo en cuenta su nivel, su gran experiencia en la élite, y su tremenda polivalencia. Sin olvidar, por supuesto, el hecho de que acaba contrato en junio con el Bayern de Múnich.

Es decir, que llegaría completamente gratis, y es libre de negociar con otras entidades desde el próximo mes de enero. Florentino Pérez le tiene en su agenda, y sabe que el futbolista quiere salir como sea del vigente campeón de la Bundesliga, y no hay ninguna manera de que renueve. Lo ha dicho públicamente, y ya ni siquiera hay conversaciones. Pero no es el único astro del equipo de Hans-Dieter Flick que puede irse, pues Leroy Sané tampoco está satisfecho.

Llegó con la vitola de fichaje estrella este verano, y a un precio de apenas 45 millones de euros, una verdadera ganga. Muchos ya le catalogaban como una de las mejores operaciones de este pasado mercado estival, y de los recientes años del club bávaro. Pero lo cierto es que el internacional germano no ha acabado de desplegar su mejor versión, y no parece estar aún recuperado de la grave lesión que se produjo hace poco más de un año, rompiéndose los ligamentos cruzados de la rodilla.

Hace tiempo que no se ve su mejor nivel, ese que demostró en las filas del Schalke 04 y del Manchester City de Pep Guardiola. A sus 25 años, aún es joven, y tiene tiempo, pero en el Allianz Arena ya ha comenzado a sumar críticas y detractores, y no está teniendo todos los minutos que esperaba. Porque por delante tiene a un Serge Gnabry y a un Kingsley Coman que llevan más tiempo, y entienden mucho mejor que es lo que se les pide y lo que deben de hacer.

Sané no está satisfecho, y lo habría hecho saber al Madrid, con vistas a un posible futuro allí.