P. Exequiel Dybala
Las joyas futbolísticas en Argentina siempre han estado a la orden del día, y el caso de Paulo Dybala (Córdoba, 15 noviembre 1993) no es ninguna excepción. Este delantero hábil, rápido, lleno de magia y talento pronto destacó como niño prodigio, vaticinándole un futuro fulgurante. Sus capacidades técnicas asombraron muy pronto, hasta al punto de destacarlo como uno de las futuras estrellas de este deporte.
Desde los 10 años se fijaron en él cuando llegó a las categorías inferiores del Instituto de Córdoba. Le marcó la muerte de su padre 5 años más tarde, quien le acompañaba 3 veces a la semana desde la capital hasta su pueblo de Laguna Larga.
En el club se empezó a forjar como futbolista, reconocido y admirado, hasta el punto de disputar Primera B Nacional en la temporada 2011-2012. Además de 17 goles, Paulo Dybala destacó por ser el mejor jugador de su equipo y dejó destellos de técnica y de clase que le valieron entrar en las Glorias del Instituto de Córdoba, algo así como su propio Hall of Fame.
Tales sensaciones hicieron que en la 2012-2013 llegase a la liga italiana, concretamente al USC Palermo por 12 millones de euros. Militó durante 3 años en el equipo, del que destacaron especialmente el último por su bagaje goleador con 13 dianas, además de la Serie B conseguida. Esto hizo que los grandes clubes europeos se interesaran por sus servicios.
Fue finalmente la Juventus de Turín quien adquirió a la perla argentina en la temporada 2015-2016 por 32 millones de euros. Para mostrar la intención de la Vecchia Signora con el delantero, le dieron el mítico dorsal 21 otrora portado orgullosamente por Andrea Pirlo o Zinedine Zidane. Debido a la potencia del equipo Juventino en Italia, Paulo Dybala consiguió numerosos títulos colectivos para agrandar su palmarés.
Y, como no podía ser de otra manera, en el panorama a nivel de selección llevó siendo internacional desde 2015, lo que demostraba la fe que la albiceleste tenía en Paulo Dybala.