S. Busquets i Burgos
Sergio Busquets se ha consolidado, progresivamente en su carrera como un jugador de fútbol sobresaliente y capaz de realizar amplias tareas tanto ofensivas como defensivas en el centro del campo. Hijo del ex guardameta culé Carlos Busquets, ha sido un engranaje vital en la divisoria que no podía faltar en las alineaciones.
Desde siempre el catalán recaló en equipos de su tierra, como Lleida o Terrasa, hasta que finalmente llegó a la cantera del Barça en 2005. Gracias a un físico dominante, con altura, corpulencia y envergadura en las piernas, le permitió estar siempre un peldaño más por delante de sus compañeros.
Sergio Busquets, además, siempre ha sido un jugador con gran habilidad para ver el fútbol, anticiparse a los cortes de balón y saber colocarse en el lugar adecuado. Frank Rijkaard fue uno de sus grandes valedores, donde apreció las bondades del centrocampista catalán y le puso en la atención de primera línea. Sin embargo, fue Pep Guardiola quien lo incorporó al primer equipo del F.C. Barcelona en la campaña 2008-2009, en lo que sería, sin duda, la mejor temporada deportiva de su historia.
Esa temporada Sergio Busquets ganó los 6 títulos disponibles que disputó, Champions League incluida. Un hito histórico formando parte, además, por juego y resultados, de una de las mejores plantillas de la historia. Fue un fijo en los esquemas del centro del campo junto con Iniesta y Xavi, lo que le llevó a su titularidad con la selección española. Un año más tarde, el catalán levantó el único mundial conseguido por España, el de Sudáfrica.
Tales hazañas no se consiguieron de nuevo, pero nunca estuvo escaso de títulos. En 2012 consiguió levantar la Eurocopa con el combinado nacional y en su club tampoco faltaron títulos. Gracias a la filosofía Barça que se había llegado a instaurar, consiguió un triplete de la mano de Luis Enrique en los banquillos en la campaña 2014-2015.
Sergio Busquets ha permanecido siempre en el club culé y pese a los distintos altibajos que ha ido experimentando la entidad, la confianza depositada en él siempre ha sido plena. Todo un pulmón y un todoterreno para afianzar cualquier centro del campo, tanto en el club como en la selección.