J. Oblak
Jan Oblak es un portero esloveno que ha conseguido escalar en importancia, trascendencia y calidad hasta ser uno de los mejores guardametas en el panorama mundial. Un arquero muy completo tanto en su físico y aptitudes como en sus actitudes, con las que progresivamente se ha ganado la admiración y respeto tanto de aficionados como de rivales.
Desde bien pequeño jugó en las categorías inferiores del Olimpija Ljubljana, escalando en el filial hasta llegar a la primera plantilla. Sin embargo el Benfica vio grandes cualidades en él y se hizo con sus servicios por el módico precio de 4 millones de euros en 2010.
No obstante, Oblak no tuvo suerte con su fichaje por el conjunto portugués. Deambuló cedido durante 3 largos años por distintos equipos del país, hasta regresar al equipo que le había fichado. De nuevo en el Benfica consiguió un extraordinario triplete, pero pese a ello no estaba satisfecho con su rol.
Ojeadores del Atlético de Madrid tuvieron oportunidad de comprobar su capacidad como portero. Tras su periplo en tierras lusas, decidió probar suerte en un equipo nuevo en 2014 pero en una liga de mayor nivel como la española. Fruto de sus grandes progresos y demostraciones fueron que, a su llegada, Moyá era el portero titular del conjunto rojiblanco.
2015 comenzó siendo el gran año de Oblak, donde conquistó su primer trofeo Zamora (de los 3 consecutivos que se adjudicó). Coincidiendo con un nivel insuperable, se dio la circunstancia de la lesión de Moyá. Con ese panorama, el esloveno tenía vía libre en la portería sin competencia.
Tandas de penaltis en Europa, paradas inverosímiles en la liga… el arquero se convirtió en uno de los pilares más fiables del cuadro colchonero. Además, Oblak conquistó en Europa la UEFA y la Supercopa, siendo una parte primordial en lo que ha salvaguardar la portería en los peores momentos se refería. No obstante, no pudo hacer nada en las dos finales de Champions que disputó ante el Real Madrid en 2014 y 2016.